En un partido en el emblemático (100 años de la inauguración Mestalla), el Valencia derrota al Real Madrid en un encuentro en el que los merengues no lograron mostrar su mejor versión. Aunque el gol de Diego López decidió el resultado final, el foco del choque se centró en los insultos racistas dirigidos hacia Vinicius por parte de algunos aficionados de la grada. Este triste episodio pone de manifiesto un problema recurrente en el fútbol y deja al brasileño como víctima una vez más, pese a sus provocaciones.
Un Madrid en busca de redención
El Real Madrid llegaba a Mestalla después de sufrir una derrota en el Etihad Stadium, frente al City en semifianles de la Champions. Carlo Ancelotti optó por formar un equipo de jugadores jóvenes y motivados para asegurar una actitud adecuada. La segunda posición en la tabla estaba en juego ante la amenaza del Atlético de Madrid, y el equipo buscaba mejorar la sensación agridulce de la temporada tras dejar escapar LaLiga y ser eliminado de la Champions League. Eduardo Camavinga y Aurelien Tchouameni aportaron fuerza en el centro del campo, mientras que Dani Ceballos controlaba el juego. Marco Asensio descansó, dándole paso a Rodrygo en el ataque. Junto a ellos, Karim Benzema, quien solo ha marcado en uno de los últimos siete partidos, y Vinicius, quien ha estado presente en todos los encuentros. El Valencia, necesitado y ansioso, presentaba un desafío para el Madrid.
El gol de Diego López y la falta de intensidad del Madrid
El entrenador del Valencia, Rubén Baraja, confió en los jóvenes Javi Guerra y Diego López para abastecer de oportunidades a Edinson Cavani y al enérgico Justin Kluivert. Los locales comenzaron mostrando garra y dejando claro su deseo de conseguir la victoria. El partido tuvo más tensión que juego fluido. En la primera media hora, solo se registraron dos disparos, uno por parte de Álvaro Almeida y otro de Benzema. Sin embargo, en el minuto 32, Kluivert se desmarcó en el área con la pasividad de la defensa blanca, lo que le permitió sacar un disparo que se convirtió en un centro, y Diego López, en el segundo palo, sorprendió a Ferland Mendy y adelantó a los locales. Javi Guerra estuvo cerca de marcar el segundo gol, pero Thibaut Courtois realizó una espectacular intervención antes del descanso. El Real Madrid naufragaba en el centro del campo, donde la determinación del Valencia superaba la apatía de los visitantes.
La reacción del Madrid y el ambiente enrarecido
Pasó una hora hasta que Ancelotti recurrió a Toni Kroos y Luka Modric, con Rodrygo ya en el campo, para reequilibrar el partido. Los jóvenes jugadores del Real Madrid volvieron a decepcionar, con un Ceballos que parece estar más fuera que dentro del equipo, un Asensio que aún no se ha ganado un puesto regular en el once y un Tchouameni que necesita reajustarse. Por su parte, Baraja se mantuvo firme en su estrategia y buscó asegurar la victoria que prácticamente garantizaría la permanencia del Valencia en la máxima categoría. Apostó por la velocidad de Manu Vallejo y Kluivert para contrarrestar los intentos de remontada del Madrid.
El incidente de los insultos racistas a Vinicius
El partido se vio empañado por un lamentable incidente cuando un segundo balón ingresó al campo y un defensor del Valencia lo lanzó hacia Vinicius, quien se encontraba en el área. Inmediatamente después, el propio Vinicius señaló a un seguidor en la grada, denunciando insultos racistas dirigidos hacia él. Esto generó una gran controversia y el jugador brasileño solicitó que el agresor fuera expulsado. La situación provocó una interrupción de nueve minutos en el encuentro y el árbitro, De Burgos Bengoetxea, habló con Ancelotti sobre el incidente. El entrenador italiano consultó con Vinicius sobre si quería ser sustituido, pero el jugador decidió permanecer en el campo.
El ambiente enrarecido y el desenlace del partido
A medida que avanzaba el partido, el ambiente en Mestalla se volvió cada vez más tenso. Las protestas, las amonestaciones, las trifulcas y los enfrentamientos se apoderaron del terreno de juego, desplazando el enfoque del fútbol en sí. A pesar de los esfuerzos del Real Madrid por igualar el marcador, con oportunidades destacadas para Valverde y Kroos, el portero del Valencia, Mamardashvili, se convirtió en el héroe del equipo local al realizar dos impresionantes atajadas. Finalmente, los tres puntos quedaron en Mestalla, y el partido concluyó con Vinicius siendo expulsado y abandonando el campo haciendo un gesto desafiante hacia la afición local.
Hay que destacar que el propio Vinicius fue expulsado por dar un codazo en un córner. La roja fue totalmente merecida y posiblemente se debió a la crispación que sentía el jugador al seguir viendo al aficionado que le insultó en la grada. Cuando se retiraba provocó a la afición de Mestalla, haciendo cortes de manga y haciendo gestos de “a Segunda”. ¿Cómo puede exigir respeto si él no lo ofrece?
El Valencia derrota al Madrid: Reflexiones finales
La derrota del Real Madrid y el incidente de los insultos racistas dirigidos hacia Vinicius ponen de manifiesto la necesidad de abordar y combatir el racismo en el fútbol. Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigan ocurriendo este tipo de actos de discriminación en los estadios. Tanto el jugador como el fútbol español en general deben reflexionar y tomar medidas para erradicar este comportamiento intolerable.
Además, el Madrid debe analizar su desempeño en el partido, ya que nuevamente mostró una falta de intensidad y determinación que le impidió alcanzar un resultado positivo. Ancelotti tendrá que evaluar la disposición de algunos jugadores y encontrar soluciones para corregir los errores cometidos. Aunque en la rueda de prensa sólo estaba centrado en el conflicto polémico que aconteció.
En resumen, el Valencia logró una importante victoria en su estadio, y logra la salvación virtual gracias a las actuaciones de los canteranos. Pero el resultado del partido quedó en un segundo plano debido al triste episodio de los insultos racistas sufridos por Vinicius. Este incidente debe servir como un llamado de atención para el fútbol y la sociedad en su conjunto, recordándonos la urgente necesidad de trabajar juntos para eliminar cualquier forma de discriminación y promover la igualdad y el respeto en el deporte y más allá. Y al mismo tiempo tienen que revisarse ciertas conductas provocativas, ya que Vinicius sigue el camino de Dani Alves. Recordemos cuando… Vini baila en el Wanda.
