Remontada histórica en el Liverpool Barcelona. Ha sido increíble. Tras ganar la ida 3-0, nadie podía esperar que se repitiera la de Roma. Y así ha sido. El equipo de Valverde hizo lo mismo que en el Camp Nou, a pesar de que lo mejor del partido fue el resultado. Saltando todas las alarmas deportivas.
¿Cómo explicar la hecatombe?
El fútbol es impredecible. Esa es la magia del deporte rey. No siempre gana el favorito, ni se da lo más probable. Porque a veces lo improbable ocurre. Aunque en esta ocasión el Liverpool de Jürgen Klopp se lo mereció. En ambos partidos presionaron muy arriba, tuvieron muchas ocasiones y controlaron el juego. La única diferencia ha sido que en Anfield tuvieron la efectividad que no tuvieron en el Camp Nou. Y por contra el Barcelona no supo jugar la ida, y no ha sabido jugar la vuelta. En todo momento se han visto desbordados. Sólo las genialidades de Leo Messi pudieron dar el pase a los chicos de Ernesto Valverde, el más señalado.
¿Qué le pasa a este Barcelona?
Se hablaba de una temporada redonda, en la que se podía conseguir el ansiado triplete. Pero, eso sí, sacrificando el buen juego. La liga la han ganando sacando partidos por oficio, olvidándose del Tiki Taka. En el partido de hoy Arturo Vidal jugó de titular, dando al equipo más físico y presión, y restando control y brillantez. Este es el camino que ha elegido el técnico Valverde, con el que ha ganado la liga, ha llegado a la final de Copa y sacó un gran resultado en la ida. Parece que desde que se fueron jugadores como Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Dani Alves, ya no es lo mismo.
Analizando jugador por jugador, el más señalado ha sido Philippe Coutinho. Lo único que ha hecho en el partido ha sido tirar desmarques. A pesar de que se pagó por él 120 millones, nunca ha podido brillar como lo hizo precisamente en Anfield. Además, el juego de Valverde favorece un cuarto centrocampista. Es ahí donde entra Arturo Vidal, que parece que se afianza como titular, cuando fue un fichaje muy criticado por el aficionado culé. Es hacia un fútbol defensivo, que busca genialidades de Messi y tirando de oficio, lo que se busca el Barcelona con su nuevo estilo. Pero esto no es algo que guste al aficionado y la figura del entrenador sale muy tocada.
El milagro del Liverpool
La otra cara de la moneda ha sido la hazaña del Liverpool. Jugaba con todo en contra. Para empezar tenía muchos jugadores de peso lesionados como Adam Lallana, Naby Keïta, Roberto Firmino y Mohamed Salah. Además Andrew Robertson se lesionó durante la primera parte. A todo esto los de Klopp venían de jugarse la liga hace escasos días, cuando Valverde había dado descanso a todos los titulares frente al Celta, que por cierto perdió 2-0. Un sólo gol obligaba a marcar 5 goles para consumar la remontada histórica en el Liverpool Barcelona.
Llegó el partido, y se hizo historia. El Liverpool fue presión, coraje, optimismo. Anfield fue una olla a presión, tanto que los jugadores rivales parecía que no estaban en el partido en muchos momentos. Llegó el primer gol muy pronto. El Barcelona también tuvo sus ocasiones, pero emergió Alisson Becker que estuvo soberbio. Mejor todavía que Ter Stegen, considerado el mejor jugador del mundo con Jan Oblak. La estrella fue Sadio Mané, a pesar de que no llegara a marcar gol. Los héroes fueron Divock Origi y Georginio Wijnaldum, eso sí con la permisividad de la defensa azulgrana.
El desastre total: el gol más ridículo
El partido estaba 3-0, cuando Valverde sacó al único futbolista que se estaba peleando con los diablos rojos: Arturo Vidal. Habían llegado dos goles seguidos que estaban matando al Barcelona. Y entonces llegó el desastre total. Un córner a favor del Liverpool. Todos los defensores estaban mirando hacia otro lado. Fue un gol ridículo, que no se da ni en juveniles. Y a partir de entonces ni una ocasión, ni empuje, nada. Los de Messi estaban hundidos, como ocurrió hace un año frente a la Roma.
¿Te duermes? Te espabilan.
Origi obra el milagro.#ChampionsMLC pic.twitter.com/FHLUnqRu0V— La Casa del Fútbol en Movistar+ (@casadelfutbol) 7 de mayo de 2019
Pero hay que reconocer que se ha hecho justicia. El Liverpool fue superior los 180 minutos de la eliminatoria. El resultado de ida fue sólo un espejismo que enmascaró el mal juego, la pérdida de identidad y la cobardía de un equipo, que encima llegaban confiados. Esperaban que Messi cazara una y el Liverpool no pudiera marcar los 5 goles para hacer la remontada. Pero no era la noche. Tuvieron mala suerte. Todo lo contrario que en la ida. Y se van a casa con cara de tontos. Así se fraguó la remontada histórica en el Liverpool Barcelona. Esto es fútbol, historia del fútbol.